5 Sitios Bíblicos en la Tierra Prometida

por | Iglesias del mundo

El desierto ocupa un lugar clave en la geografía bíblica. No es un paisaje marginal, sino un territorio donde transcurren algunos de los episodios más importantes del Antiguo y el Nuevo Testamento. Desde los arenales del Sinaí hasta las laderas áridas de Judea, estos espacios marcaron el rumbo del pueblo de Israel hacia la Tierra Prometida. 

En tiempos antiguos, el desierto funcionaba como un límite natural entre regiones fértiles, pero también como zona de paso para las rutas comerciales que unían Egipto, Arabia y Mesopotamia. Era un territorio difícil: escaseaba el agua, abundaban las temperaturas extremas y la vida se sostenía apenas en torno a los oasis. Sin embargo, precisamente por esas condiciones, el desierto se convirtió en un escenario privilegiado para los grandes relatos bíblicos.

El pueblo de Israel atravesó el desierto del Sinaí durante cuarenta años tras salir de Egipto rumbo a la Tierra Prometida. En ese entorno recibió las leyes que consolidaron su identidad y estableció su alianza como nación elegida por Dios. Más al norte, el desierto de Judea, cercano al mar Muerto, aparece en los Evangelios como el lugar donde Juan el Bautista predicaba y donde Jesús pasó un tiempo de retiro antes de iniciar su vida pública. Además de estos dos grandes desiertos, la Biblia menciona otros espacios áridos fundamentales en Tierra Santa como el Negev o Arabá.

Su paisaje —marcado por la piedra, el viento y el silencio— ha conservado hasta hoy numerosos lugares que conmemoran esos episodios narrados en las Sagradas Escrituras. Hoy te presentaremos 5 sitios bíblicos en el desierto cercanos a la Tierra Prometida. 

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1. El Pozo de Abraham (Beerseba, Israel)

Monte Sinaí-Tierra Prometida-Horarios de Misa

Por Daniel Baránek, CC BY-SA 3.0, https://commons.wikimedia.org/w/index.php?curid=7423650 

El Pozo de Abraham se encuentra en la ciudad de Beerseba, situada al norte del desierto del Negev, en el actual sur de Israel. Su nombre significa en hebreo “pozo del juramento” o “pozo de los siete” (Be’er Sheva) y está asociado con los relatos patriarcales del Génesis, donde se menciona como uno de los lugares en los que Abraham y más tarde Isaac establecieron pactos y cavaron pozos de agua.

Beerseba aparece varias veces en el Libro del Génesis:

  • En Génesis 21:22-34, Abraham y Abimélec, rey de Guerar, hacen un pacto de no agresión. Como señal del acuerdo, Abraham entrega siete corderas y cava un pozo, al que se le da el nombre de Be’er Sheva, “pozo del juramento” o “pozo de las siete”.

  • En Génesis 26:23-33, su hijo Isaac repite el gesto: vuelve a cavar pozos en la misma región, también tras hacer un pacto con los filisteos.

  • Beerseba se menciona luego como el límite sur del territorio de Israel (“de Dan a Beerseba”), expresión frecuente en los textos bíblicos para referirse a toda la extensión del país.

El pozo, por lo tanto, representa un símbolo de acuerdo, estabilidad y supervivencia en una región árida de la Tierra Prometida donde el acceso al agua era vital.

El sitio arqueológico de Beerseba forma parte del Parque Nacional de Tel Be’er Sheva, declarado Patrimonio de la Humanidad por la UNESCO en 2005, como ejemplo bien conservado de una ciudad bíblica planificada. En el yacimiento se puede observar un sistema de almacenamiento de agua subterráneo, viviendas y murallas del período israelita (siglo X a.C.).

El pozo que hoy se conoce como “Pozo de Abraham” se halla fuera del montículo arqueológico, en la entrada moderna de Beerseba, junto al Museo del Pozo de Abraham (Abraham’s Well International Visitors Center). El pozo tiene unos 12 metros de profundidad, y su estructura actual probablemente data de épocas posteriores (romana, bizantina o incluso otomana), aunque se asocia tradicionalmente con el pozo mencionado en el Génesis.

Hoy es un sitio turístico y conmemorativo, donde se presenta la figura de Abraham como patriarca de las tres religiones monoteístas —judaísmo, cristianismo e islam con presencia en la Tierra Prometida.

2. Monte Sinaí (Península del Sinaí, Egipto)

Monte Sinaí-Tierra Prometida-Horarios de Misa

Por Berthold Werner – Trabajo propio, CC BY-SA 3.0, https://commons.wikimedia.org/w/index.php?curid=12215773 

El Monte Sinaí —también conocido como Jebel Musa (“Monte de Moisés”)— se encuentra en la península del Sinaí, en el actual Egipto, dentro de una zona montañosa árida que forma parte del desierto del Sinaí. La tradición bíblica lo identifica como el lugar donde Moisés recibió las Tablas de la Ley después de la salida de los israelitas de Egipto.

El Monte Sinaí es uno de los escenarios más importantes del Libro del Éxodo, donde se narra que el  pueblo de Israel acampa al pie de la montaña y Moisés sube para encontrarse con Dios. Allí recibe los Diez Mandamientos, que establecen la base del pacto entre Dios y el pueblo. El texto describe el monte cubierto de humo, truenos y relámpagos, imágenes que acentúan la solemnidad del acontecimiento.

El monte se eleva a unos 2.285 metros sobre el nivel del mar y forma parte de una cadena montañosa que incluye el Monte Santa Catalina, el punto más alto de Egipto (2.642 m). La zona se caracteriza por su clima desértico, con grandes oscilaciones térmicas y escasa vegetación.

El ascenso al Monte Sinaí se realiza por dos rutas principales. El Camino de los 3.750 escalones, tallado por monjes. Y el Camino de los Camellos, más largo pero menos empinado.

    A los pies del Monte Sinaí se encuentra el Monasterio de Santa Catalina, uno de los monasterios cristianos en funcionamiento más antiguos del mundo. Fue construido por orden del emperador Justiniano entre los años 548 y 565 d.C., en torno a la capilla de la Zarza Ardiente, donde según la tradición Moisés vio el arbusto que ardía sin consumirse (Éxodo 3).

    El monasterio pertenece a la Iglesia Ortodoxa Griega y ha estado en funcionamiento ininterrumpido durante más de 1.400 años. En su interior se conserva una basílica bizantina, una mezquita construida en el siglo XI (muestra de la convivencia religiosa del lugar), y un muelle fortificado que lo protegía de incursiones.

    Su biblioteca es una de las más antiguas del cristianismo y alberga miles de manuscritos en griego, árabe, siríaco, ge’ez y otras lenguas. Es la segunda colección más importante del mundo después de la del Vaticano. El monasterio también guarda una valiosa colección de íconos bizantinos y objetos litúrgicos.

    En 2002, el Monasterio de Santa Catalina y su entorno natural fueron declarados Patrimonio de la Humanidad por la UNESCO, tanto por su valor histórico-religioso como por su arquitectura y su paisaje desértico de gran belleza.

    3. Monte Nebo (Jordania)

    Monte Nebo-Tierra Prometida-Horarios de Misa

    Por Jerzy Strzelecki – Trabajo propio, CC BY-SA 3.0, https://commons.wikimedia.org/w/index.php?curid=3353188 

    El Monte Nebo es uno de los lugares más emblemáticos de Tierra Santa, tanto por su valor histórico como por su importancia arqueológica. Se encuentra en Jordania, cerca de la ciudad de Madaba, a unos 800 metros sobre el nivel del mar. Desde su cima, en los días despejados, se puede ver el valle del Jordán, el Mar Muerto y, a lo lejos, Jerusalén.

    Según la Biblia (Deuteronomio 34:1-5), el Monte Nebo es el lugar donde Moisés vio la Tierra Prometida antes de morir. Dios le permitió contemplar desde allí la extensión de Canaán, aunque no le permitió entrar. Por eso, el sitio se considera el punto final del Éxodo y un símbolo del cumplimiento de la promesa divina a Israel.

    En la cima se descubrieron los restos de una basílica bizantina del siglo IV, construida para conmemorar la muerte de Moisés. Con el tiempo, fue ampliada y decorada con mosaicos que aún se conservan parcialmente. Estos representan escenas de pastores, animales y símbolos cristianos.

    Hoy, el lugar está administrado por los franciscanos de la Custodia de Tierra Santa, quienes han construido un santuario moderno sobre las ruinas de la antigua iglesia. En su interior se preservan los mosaicos originales y se puede visitar una plataforma panorámica con una gran cruz con serpiente de bronce, inspirada en el episodio de la serpiente de Moisés (Números 21:8-9).

    4. Río Jordán (Al-Maghtas, Jordania)

    Santuario del Bautismo del Señor-Tierra Santa-Horarios de Misa

    El río Jordán es uno de los cursos de agua más conocidos y simbólicos del Medio Oriente. Nace en las laderas del Monte Hermón, en la frontera entre Líbano, Siria e Israel, y recorre unos 250 kilómetros en dirección sur hasta desembocar en el Mar Muerto, el punto más bajo de la Tierra (a unos 430 metros bajo el nivel del mar).

    En la Biblia, el Jordán aparece en múltiples episodios fundamentales:

    • Fue el límite natural que los israelitas cruzaron para entrar a la Tierra Prometida, guiados por Josué (Josué 3:14-17).

    • En sus aguas fue bautizado Jesús por Juan el Bautista, hecho que marcó el inicio de su vida pública (Mateo 3:13-17).

    En enero de 2025 se inauguró el Santuario del Bautismo del Señor, con tierras donadas por el rey Abdullah II de Jordania. Hoy en día, el sitio alberga la iglesia (santuario), dos monasterios para frailes y monjas, jardines, un centro de visitantes, aparcamiento, un sendero y la Colina de la Cruz, que ofrece impresionantes vistas de las montañas de Tierra Santa.

    Con una superficie de 2200 metros cuadrados, la iglesia es una de las más grandes de Oriente Medio. Ha adquirido una importancia similar a la Iglesia de la Anunciación, de la Natividad y del Santo Sepulcro. Con capacidad para más de 1000 fieles,  acoge la peregrinación anual a Al-Maghtas cada enero. Durante esta época, se celebran misas, oraciones y la renovación de los votos bautismales, todo ello en conmemoración de la festividad del bautismo de Cristo.

    Los frailes y monjas del Instituto del Verbo Encarnado están a cargo del mantenimiento del sitio, acogen a los peregrinos y ofrecen oraciones y misas.

    5. Jericó (Cisjordania, Jordania)

    Monasterio de la Tentación-Tierra Prometida-Horarios de Misa

    Jericó es una de las ciudades más antiguas del mundo y uno de los lugares más emblemáticos de Tierra Santa. Se encuentra en el valle del Jordán, a unos 27 kilómetros de Jerusalén, en la actual Cisjordania, y está situada a más de 250 metros bajo el nivel del mar, lo que la convierte en la ciudad habitada más baja del planeta.

    Los restos arqueológicos hallados en Tell es-Sultán, el montículo antiguo de Jericó, muestran que fue una de las primeras ciudades fortificadas del mundo, con muros y una torre de piedra que datan del año 8000 a.C.. Este descubrimiento convirtió a Jericó en un sitio clave para el estudio de los orígenes de la vida urbana.

    En la Biblia, Jericó aparece principalmente en el Libro de Josué, como la primera ciudad conquistada por los israelitas al entrar en la Tierra Prometida. Según el relato (Josué 6:1-20), los muros de Jericó cayeron después de que el pueblo marchara alrededor de ellos durante siete días al son de las trompetas.

    También se menciona en los Evangelios, como el lugar donde Jesús devolvió la vista al ciego Bartimeo (Marcos 10:46-52) y visitó la casa de Zaqueo, el recaudador de impuestos (Lucas 19:1-10). También allí se encuentra El Monte de la Tentación, donde, según el Evangelio de Mateo (4:1-11), Jesús fue tentado por el diablo después de ayunar cuarenta días. En su ladera se levanta el Monasterio de la Tentación, construido en el siglo VI y aún habitado por monjes ortodoxos.

    En Jericó, los franciscanos custodian la Iglesia del Buen Pastor, también conocida como Parroquia del Buen Pastor. Está situada en el centro moderno de Jericó y funciona como parroquia para la pequeña comunidad cristiana local, compuesta principalmente por árabes palestinos. Fue construida en el siglo XX, sobre un terreno donde los franciscanos se establecieron en el siglo XIX.

    El templo tiene un diseño sencillo pero luminoso, con vitrales que representan escenas evangélicas, entre ellas la del Buen Pastor, símbolo de Cristo que guía y protege a su rebaño. Esta iglesia recuerda que para Bartimeo como para Zaqueo, Jesús fue efectivamente un auténtico Buen Pastor. 

    Junto a la iglesia hay una escuela y un convento franciscano, que cumplen un importante papel educativo y social en la zona.

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    Estos cinco lugares cercanos a la Tierra Prometida forman una ruta esencial para comprender la historia bíblica y los orígenes de nuestra fe. Cada sitio conserva huellas concretas de episodios que marcaron la relación entre el pueblo de Israel y Dios, y que más tarde fueron asumidos por el cristianismo.

    En Beerseba, el pozo de Abraham recuerda los primeros pactos y el inicio de la vida nómada en el desierto. El Monte Sinaí evoca la entrega de la Ley a Moisés, un hecho que dio forma a la identidad moral y espiritual del pueblo hebreo. Desde la cima del Monte Nebo, Moisés contempló la Tierra Prometida, símbolo del cumplimiento de la promesa y del tránsito hacia un nuevo destino. El Río Jordán, escenario del bautismo de Jesús, representa el paso y la renovación, mientras que Jericó, muestra al Buen Pastor que da la vida por sus ovejas para llevarlas a la verdadera Tierra Prometida, el Cielo. 

    Visitar estos lugares permite a los católicos recorrer físicamente los escenarios del Éxodo, los Profetas y los Evangelios. 

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    Es muy conveniente que recorras la Tierra Santa con tu Biblia. Podrías leer los textos antes para preparar el corazón o durante tu visita para contemplar y meditar mejor. Qué bueno sería si pudieras ir con un grupo de peregrinos acompañados por un sacerdote a la cabeza para que celebre la Santa Misa en los lugares santos y te asista espiritualmente en tu peregrinación.

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    ¿Qué es la Tierra Prometida y dónde se encuentra?

    La Tierra Prometida es la región que, según la Biblia, Dios prometió a Abraham y a su descendencia. Históricamente, corresponde a la zona que abarca gran parte de Israel, Palestina y Jordania. Representa el destino final del pueblo de Israel tras su paso por el desierto y simboliza el cumplimiento de la promesa divina y la llegada a una vida nueva.

    ¿Qué significado tiene el desierto en la Biblia?

    El desierto representa el lugar de prueba, silencio y transformación. Fue escenario de episodios clave como el Éxodo, la entrega de la Ley y las tentaciones de Jesús. También es el espacio donde el pueblo bíblico aprendió a confiar y avanzar hacia la Tierra Prometida.

    ¿Dónde se encuentra el Monte Sinaí y por qué es importante?

    El Monte Sinaí está en la península del Sinaí, Egipto. Según la tradición bíblica, allí Moisés recibió los Diez Mandamientos. Hoy se alza al pie del monte el Monasterio de Santa Catalina, uno de los centros cristianos más antiguos del mundo.

    ¿Se puede visitar el lugar donde Jesús fue bautizado?

    Sí. El sitio del Bautismo de Jesús, conocido como Al-Maghtas, se encuentra en la orilla oriental del río, en Jordania. Es Patrimonio Mundial de la UNESCO y uno de los destinos más visitados por peregrinos cristianos.

    ¿Qué se puede ver en Jericó actualmente?

    En Jericó se conservan restos arqueológicos de murallas milenarias, el Monte de la Tentación con su monasterio ortodoxo, la fuente de Eliseo y la Iglesia del Buen Pastor. Es considerada la ciudad habitada más antigua del mundo y un punto clave para comprender la historia bíblica.

    ¿Por qué estos lugares son importantes para los católicos?

    Porque permiten recorrer físicamente los escenarios donde se desarrollaron las principales etapas de la historia de la salvación: los pactos de Abraham, la Ley de Moisés, el Bautismo de Jesús y su ministerio público.