5 Hermosas Oraciones al Divino Niño Jesús

por | Fiestas Litúrgicas

La devoción al Divino Niño Jesús nace en el corazón mismo de la Navidad: en Belén, donde el Hijo de Dios se hizo pequeño para acercarse a todos. Esta devoción prolonga la gracia de la Navidad durante todo el año: el Niño que nació para salvarnos sigue dándonos sus dones.

Precisamente, el Divino Niño es representado con los brazos abiertos, en un gesto de acogida, porque Él quiere recibir y abrazar a cada uno. Desea que le entreguemos todas nuestras preocupaciones, que nos acojamos a Él y que nos sintamos consolados por su ternura.

Para que puedas contemplar el misterio de la infancia del Señor y pedir sus gracias, te compartiremos la historia de esta devoción y una serie de oraciones al Divino Niño Jesús.  

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Historia de la Devoción al Divino Niño 

Orígenes

Según la tradición, la primera devoción al Niño Jesús nació en el Monte Carmelo, en Israel. Allí, Jesús solía pasear y rezar junto a María, José y sus abuelos Joaquín y Ana. Los hombres piadosos que rezaban en ese lugar llegaron a querer profundamente al pequeño Jesús. Tras su Ascensión, continuaron recordando y venerando su infancia.

Con el paso del tiempo, cuando los carmelitas se extendieron por Europa, llevaron consigo este amor por el Niño Dios, plantando la semilla de una devoción universal.

Los Santos y el Divino Niño Jesús

Desde los albores del siglo XIII, la figura del Niño Jesús comenzó a ocupar un lugar central en la espiritualidad cristiana gracias a San Francisco de Asís, quien hacia el año 1200 inauguró el primer pesebre viviente para mostrar la humildad del Dios hecho niño y despertar un amor profundo por el Nacimiento del Señor. Una tradición contaba que el santo de Asís se acercó a la imagen del Niño Jesús conmovido por la escena cuando, de repente, cobró vida frente a los presentes por un instante.  

Otros santos han tenido la dicha de ver al Divino Niño, como San Antonio de Padua. Cuentan que el pequeño apareció luminoso, sonriente, alegrando el corazón del santo, que estaba muy enfermo. Lo tomó dulcemente en sus brazos.

Por su parte, San Cayetano tuvo una experiencia similar. La Santísima Virgen colocó al Niño Jesús en sus brazos mientras celebraba su primera Misa en la Basílica de Santa María la Mayor de Roma, frente a la reliquia de la cuna del Divino Niño. Esta visión lo marcó de por vida, a tal punto que solía pedir gracias “por los méritos de la infancia de Jesús”.

Ya en el siglo XVI, la devoción se expandió por Europa a través de los grandes místicos carmelitas: Santa Teresa de Jesús y San Juan de la Cruz. En cierta ocasión, al bajar la Santa unas escaleras en el convento de la Encarnación de Ávila, se le apareció un hermoso niño, y pensando que se trataba de un hermano o sobrino de alguna religiosa de la comunidad, la Santa se dirigió a él preguntándole:

-¿Cómo te llamas, hermoso niño?

-¿Y tú, ¿cómo te llamas?- preguntó él a su vez.

-Yo soy Teresa de Jesús- respondió la Santa.

Pues yo soy Jesús de Teresa, replicó él.

Era el Niño Jesús. Luego de esa visión, Santa Teresa decidió llevar siempre consigo una pequeña imagen del Divino Niño y dejar otra en cada fundación. También le compuso varios villancicos. 

La gran promesa del Divino Niño

En 1636, Jesús habló a la Venerable Margarita del Santísimo Sacramento, monja carmelita del convento de Beaune (Francia):

«Todo lo que quieras pedir, pídelo por los méritos de mi infancia, y nada te será negado.»

Desde entonces, muchísimos devotos en el mundo entero han pedido gracias al Padre por los méritos de la infancia de Jesús, y han obtenido favores admirables.

Imágenes del Divino Niño Jesús

Desde hace tres siglos, el amor al Niño Jesús se extendió por Europa, América, Asia, África y Oceanía. Surgieron imágenes muy veneradas, entre ellas:

  • Niño Jesús de Praga (República Checa)

  • Santo Niño de Atocha (México)

  • Divino Niño de Arenzano (Italia)

  • Divino Niño Jesús de Bogotá (Colombia)

Oraciones al Divino Niño Jesús

Oración al Divino Niño para pedir una gracia

Esta oración es especial para pedir favores al Divino Niño. Se aconseja rezarla durante tres días seguidos, pidiendo la gracia que se desea alcanzar.

Divino Niño Jesús, dueño de mi corazón y mi vida, 
mi tierno y adorado Niño, 
llego hasta Ti lleno de esperanza, 
llego a Ti suplicando tu misericordia, 
quiero pedirte los abundantes bienes 
que derramas sobre tus fieles devotos,
los que tus bracitos abiertos 
reparten con amor y generosidad. 
 
Oh Niño amado, bendito Salvador, 
quédate siempre conmigo
para separarme del mal
y hacerme semejante a Ti,
haciendo que crezca en sabiduría y gracia
delante de Dios y de los hombres. 
 
¡Oh dulce y pequeño Niño Jesús,
yo te amaré siempre con toda mi alma!
Divino Niño Jesús, bendícenos
Divino Niño Jesús, escúchanos
Divino Niño Jesús, ayúdanos.
 
Niño amable de mi vida,
consuelo del cristiano,
la gracia que necesito tanto
y que me causa desesperación y agobio,
que hace que sienta intranquilidad en mi vida
pongo en tus benditas manos:
 
(pedir con mucha fe lo que se desea conseguir).
 
Padrenuestro que estas en los cielos…
 
Tú que sabes mis pesares
pues todo te lo confío,
concede la paz a los angustiados
y dale alivio al corazón mío.
 
Dios te salve María llena eres de gracia…
 
Y aunque tu amor no merezco,
no recurriré a ti en vano,
pues eres hijo de Dios
y auxilio de los cristianos.
 
Gloria al Padre al Hijo y al Espíritu Santo…
 
Acuérdate oh Niño Santo amado,
que jamás se oyó decir,
que alguno haya implorado ante Ti
sin tu auxilio recibir,
por ello, con sencillez y confianza,
humilde y arrepentido,
lleno de amor y esperanza, 
sabiendo los milagros que obras 
y lo rápido que concedes remedio,
con ilusión este favor yo te pido:
 
(repetir lo que se quiere obtener).
 
Divino Niño Jesús, bendícenos,
Divino Niño Jesús, escúchanos,
Divino Niño Jesús, consuélanos,
Divino Niño Jesús, ayúdanos,
Divino Niño Jesús, protégenos,
Divino Niño Jesús defiéndenos,
Divino Niño Jesús, en ti confiamos. 
 
Así sea.
 
Rezar el Credo, Padrenuestro, Avemaría y Gloria. 

Un minuto con el Divino Niño Jesús

Bendíceme, Niño Jesús y ruega por mí sin cesar. Aleja de mí, hoy y siempre el pecado. Si tropiezo, tiende tu mano hacia mí. Si cien veces caigo, cien veces levántame. Si me dejas, Niño, ¿qué será de mí? En los peligros del mundo asísteme. Quiero vivir y morir bajo tu manto. Quiero que mi vida te haga sonreír. Mírame con compasión, no me dejes, Jesús mío. Y, al final, sal a recibirme y llévame junto a Ti. Tu bendición me acompañe hoy y siempre. Amén. Aleluya.

Rezar un Gloria.

 

Oración al Divino Niño ante la adversidad

Niño Jesús: Tú eres el Rey de la Paz, ayúdame a aceptar sin amarguras las cosas que no puedo cambiar.

Tú eres la fortaleza del cristiano; dame valor para transformar aquello que en mí debe mejorar.

Tú eres la sabiduría eterna; enséñame en cada instante cómo debo obrar para agradar más a Dios y hacer mayor bien a las demás personas.

Te lo suplico, por los méritos de tu infancia a Ti que vives y reinas por los siglos de los siglos. Amén.

Acto de Adoración al Divino Niño 

Te adoro, amable Niño del pesebre, el más humilde y el más grande de los hijos de los hombres y el más pobre y el más rico, el más débil y el más poderoso.

Te bendigo, porque te has dignado descender hasta mí, para ser mi modelo en la práctica de todas las virtudes, mi guía en las dificultades de la vida y mi consuelo en los días de aflicción.

Te amo, porque vienes a mí con amor infinito; con amor generoso, al que no cansan mis ingratitudes; con amor obsequioso, que se anticipa a los tardíos impulsos de mi corazón; con amor paciente, que espera mi conversión para amarme más tiernamente aún.

Por eso, con el corazón lleno de agradecimiento, de rodillas al pie de este lecho de paja, te adoro, bendigo y amo, con todo el fervor de mi alma, y me atrevo a levantar mis ojos hasta mi Dios, que se digna mirarme.

Oración al Niño de Belén de San Juan XXIII

Dulce Niño de Belén, haz que penetremos con toda el alma en este profundo misterio de la Navidad. Pon en el corazón de los hombres esa paz que buscan, a veces con tanta violencia, y que tú sólo puedes dar. Ayúdales a conocerse mejor y a vivir fraternalmente como hijos del mismo Padre.

Descúbreles también tu hermosura, tu santidad y tu pureza. Despierta en su corazón el amor y la gratitud a tu infinita bondad. Únelos en tu caridad. Y danos a todos tu celeste paz. Amén.

El Adviento invita a contemplar al Mesías que llega pequeño, humilde y cercano. La devoción al Divino Niño Jesús nace precisamente del asombro ante la infancia de Jesús, una etapa en la que la ternura de Dios se revela con toda su fuerza.

Desde las Escrituras, Jesús mismo nos enseña el valor espiritual de hacerse pequeño:

“Si no cambiáis y os hacéis como los niños, no entraréis en el Reino de los Cielos” (Mt 18,3).

Honrar la infancia del Señor es reconocer que Dios actúa con poder justamente cuando nos volvemos como niños y nos abandonamos confiadamente en su Santa Voluntad. Este es el espíritu con el que debemos preparar el corazón y sacar mucho fruto al Adviento y la Navidad. 

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¿Qué representa el Divino Niño Jesús?

El Divino Niño Jesús representa la infancia de Jesucristo y, de manera particular, el misterio de la Encarnación. La devoción pone de relieve la cercanía, la sencillez y la humanidad de Cristo desde sus primeros años, y remite directamente al acontecimiento de la Navidad narrado en los Evangelios.

¿Cuál es una poderosa oración al Divino Niño Jesús para pedir un milagro?

Una oración tradicional para pedir la ayuda del Divino Niño Jesús es la siguiente:

“Divino Niño Jesús, confío en tu amor y en tu misericordia. Te entrego esta necesidad (nombrar la intención) y te pido que la presentes ante el Padre. Si es para mi bien y para tu gloria, concédeme la gracia que te suplico. Amén.”

Esta oración expresa confianza en la voluntad de Dios y en la intercesión del Niño Jesús.

¿Cuál es la oración milagrosa de 3 días que nunca falla?

Popularmente se conoce como “oración de tres días” a la oración que comienza así y que puedes encontrar en este artículo:

Divino Niño Jesús, dueño de mi corazón y mi vida, 
mi tierno y adorado Niño, 
llego hasta Ti lleno de esperanza, 
llego a Ti suplicando tu misericordia, 
quiero pedirte los abundantes bienes 
que derramas sobre tus fieles devotos,
los que tus bracitos abiertos 
reparten con amor y generosidad. 

La Iglesia no garantiza resultados específicos, pero reconoce el valor espiritual de la oración perseverante.

¿Cuandó se celebra el día del Divino Niño Jesús?

La celebración del Divino Niño Jesús varía según la región. En muchos países latinoamericanos se lo conmemora el 26 de julio, fecha difundida por la devoción surgida en Bogotá. Sin embargo, cualquier fiesta relacionada con la infancia de Jesús —especialmente la Navidad y la fiesta de la Sagrada Familia— también constituye un marco litúrgico para honrar al Niño Jesús.

¿Qué milagro hace el Divino Niño Jesús?

La devoción atribuye al Divino Niño Jesús numerosos favores espirituales y materiales recibidos por los fieles. La Iglesia enseña que todo milagro proviene de Dios, y la intercesión del Niño Jesús se comprende como un modo particular de acudir a Cristo en su infancia. Más que centrarse en hechos concretos, esta devoción invita a confiar en el amor, la protección y la guía de Jesús.