Aunque el milagro eucarístico que llevó al Papa Urbano IV a instituir la Solemnidad del Corpus Christi fue el de Bolsena (Italia) en 1263 (número 3 en este artículo), numerosos eventos extraordinarios han ocurrido a lo largo de los siglos, incluso en tiempos recientes.
Los Milagros Eucarísticos son manifestaciones extraordinarias del poder y la presencia real de Jesús en la Eucaristía, que han sido reconocidas y veneradas a lo largo de la historia de la Iglesia Católica.
Estos eventos asombrosos, que desafían la explicación científica y nos llenan de asombro y reverencia, sirven como testimonios de la fe y del misterio de la Eucaristía.
Entre los más famosos se encuentran los milagros de Buenos Aires, Lanciano, y Bolsena, cada uno con su propia historia única y milagrosa que ha fortalecido la devoción eucarística en los creyentes de todo el mundo.
A continuación, presento una lista de 3 Impactantes Milagros Eucarísticos que han sucedido alrededor del mundo y en diferentes épocas de la historia, seguido por una lista hecha por Carlo Acutis de todos los Milagros Eucarísticos en el mundo, organizados por países.
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1. Argentina (1992, 1994 y 1996): Tres Milagros Eucarísticos en Buenos Aires
El 1ro de Mayo de 1992, El Padre Eduardo Pérez del Lago se encontraba en la parroquia Santa María, ubicada en el barrio de Almagro.
Así relata los hechos a Infobae, desde el punto de vista del Padre Eduardo: “Después de la misa, el párroco Juan Salvador Carlomagno y el ministro de la comunión que lo estaba ayudando, al reservar las hostias en el Sagrario, encuentran que en el corporal, que es el pañuelo blanco que se pone delante del Sagrario, había dos pedacitos de hostia. Entonces el párroco hizo algo que tenemos costumbre de hacer que es ponerlo en un vaso de agua”.
Unos días después, el 8 de Mayo, el sacerdote fue a corroborar si los pedazos de hostia se habían disuelto, y encontraron que era como si la hostia hubiera explotado. Unas partes tenían un color oscuro, y otras tenían un color rojo y de adentro como si fuesen una masa de sangre.
Continúa el sacerdote, “Aprovechamos el cierre de la iglesia durante el mediodía y le mostramos la hostia a una médica oncóloga que vivía cerca y ella dijo que era sangre. Entonces dijo que iba a sacar una muestra para analizarlo. Cuando trajo la jeringa no succionaba porque era carne y entonces ella con un portaobjeto tomó una de las esquirlas de esas que estaban en el agua y la llevó a un sanatorio y el primer el resultado dio fue que era sangre humana.
“Entonces decidimos ese mismo día colocar la hostia sangrante en un sagrario móvil y lo pusimos en mi escritorio. Llegado el fin de semana las patenas se mancharon con sangre inexplicablemente, en una, que era una patena de bronce y la otra era una patena de estaño, la parte de estaño absorbió la sangre. Posteriormente se pudo analizar y resultó que la sangre que había en esa patena correspondía a la misma que estaba en mi cuarto, sin embargo, ninguna había tenido contacto”.
En 1994, en esa misma Iglesia, durante una misa para niños, un ministro de la Eucaristía vio una gota de sangre fluir en la pared mientras sostenía el copón.
Y en 1996, una hostia consagrada cayó al suelo durante la misa de la Asunción. Fue colocada en agua para que se disolviera, pero a los pocos días se transformó en lo que parecía ser sangre.
Como dice Infobae, en 1999, con la autorización del por entonces arzobispo de Buenos Aires Jorge Mario Bergoglio, hoy Papa Francisco, se hicieron análisis científicos en dos laboratorios de Estados Unidos. Tomaron dos muestras, una de la hostia sangrante de 1992 y otra de la de 1996. El estudio fue realizado a doble ciego, es decir, que desconocían de dónde provenían las muestras. Los informes obtenidos concluyeron en que se hallaron elementos sanguíneos, resto de la cadena de ADN humana y una sustancia que genera la piel ante una herida. Los peritos también encontraron la presencia de glóbulos blancos, que solo existen en una persona viva.
2. Italia (750 d.C.): El Milagro Eucarístico de Lanciano
En Lanciano, una ciudad en la costa del Mar Adriático de Italia, entre San Giovanni Rotondo y Loreto, ocurrió uno de los Milagros Eucarísticos más antiguos reconocidos.
Según cuenta el Santuario de Lanciano, “la historia cuenta que en el siglo VII, en la ciudad de Lanciano (que en ese momento era conocida como Anxanum) un monje Basiliano (llamados así por ser discípulos de San Basilio, provenientes de la actual Turquía) estaba celebrando la misa mientras dudaba de la verdadera presencia de Jesús en la Santa Eucaristía.
En ese momento, la hostia se convirtió en carne y el vino en Sangre ante la mirada de todos los fieles que quedaron asombrados ante semejante evento. Luego la sangre se secó en 5 coágulos.”
Para verificar la autenticidad del Milagro Eucarístico, decidieron, en 1970, realizar estudios médicos en la carne y sangre encontrados. Los resultados dieron que, como dice el Web Católico de Javier, “la carne es verdaderamente carne. La sangre es verdaderamente sangre. Ambos son sangre y carne humanas. La carne y la sangre son del mismo grupo sanguíneo (AB). La carne y la sangre pertenecen a una persona VIVA.”
Continúa aclarando que “el diagrama de esta sangre corresponde al de una sangre humana que fue extraída de un cuerpo humano ese mismo día. La carne está constituida por un tejido muscular del corazón (miocardio). La conservación de estas reliquias dejadas en estado natural durante siglos y expuestas a la acción de agentes físicos, atmosféricos y biológicos, es un fenómeno extraordinario. Uno queda estupefacto ante tales conclusiones, que manifiestan de manera evidente y precisa la autenticidad de este milagro Eucarístico.”
Otro detalle inexplicable agrega en el artículo: pesando las piedrecitas de sangre coaguladas, y todas son de tamaño diferente, cada una de éstas tiene exactamente el mismo peso que las cinco piedrecitas juntas.
Estas son las conclusiones de aquellos que estudiaron el Milagro Eucarístico de Lanciano, según el Web Católico de Javier:
1. Precisamente cuando los soberbios afirman: «La ciencia enterró la religión, la Iglesia y la oración, que son cosas superadas. Nada de esto es importante». Para éstos el milagro de Lanciano es una respuesta categórica. Es justo la ciencia, con sus recursos actuales que vienen a probar la autenticidad del milagro. ¡Y qué milagro!
2. Realmente un milagro destinado a nuestro tiempo de incredulidad. Pues, como dice San Pablo, los milagros no están hechos para aquellos que creen, sino para los que no creen. Precisamente en este tiempo, cuando un cierto número de cristianos duda de la Presencia Real, admitiendo solo una Presencia espiritual de Cristo en el alma del que comulga, la ciencia la comprueba con una evidencia de un milagro que dura ya más de trece siglos.
3. La iglesia de Lanciano, donde se produjo el milagro, está dedicada a San Longinos, el soldado que traspasó el Corazón de Cristo con la lanza, en la cruz. ¿Coincidencia?
4. La constatación científica por los expertos de que se trata de carne y sangre de una persona viva, viviente en la actualidad, pues esta sangre es la misma que hubiese sido retirada en el mismo día, de una persona viva.
5. Por lo tanto es la misma carne viva, no carne de un cadáver, sino una carne animada y gloriosa, que recibimos en la Eucaristía, para que podamos vivir la vida de Cristo.
6. Un hecho impresionante: la carne que está allí es carne del corazón. No es un músculo cualquiera, pero del músculo que propulsa la sangre y, en consecuencia, la vida.
7. Las proteínas contenidas en la sangre están normalmente repartidas en una relación de porcentaje idéntica al del esquema proteico de la sangre fresca normal.
3. Italia (1263): El Milagro Eucarístico del Corporal de Bolsena
Este Milagro Eucarístico se trata de uno de los más importantes de la historia de la Iglesia Católica.
Ocurrió en Orvieto, Italia, y fue a causa de este Milagro Eucarístico que el Papa Urbano IV instituyó la Solemnidad del Corpus Christi.
Como escribe ACI Prensa, “A mediados del siglo XIII, el P. Pedro de Praga dudaba de la presencia de Cristo en la Eucaristía y realizó una peregrinación a Roma para rogar sobre la tumba de San Pedro una gracia que le devolviera la fe.
“Tras regresar de la peregrinación, se dirigió a Bolsena para celebrar la Santa Misa en la cripta de Santa Cristina. Fue en aquel momento cuando la Sagrada Hostia sangró y manchó el corporal con la preciosísima sangre.
“La noticia llegó rápidamente al Papa Urbano IV, que se encontraba muy cerca en Orvieto, y pidió que le trajeran el corporal. La venerada reliquia fue llevada en procesión y se dice que el Pontífice, al ver el milagro, se arrodilló frente al corporal y luego se lo mostró a la población.
“Más adelante, el Santo Padre publicó la bula «Transiturus», con la que ordenó que se celebrara la Solemnidad del Corpus Christi en toda la Iglesia el jueves después del domingo de la Santísima Trinidad.
“Asimismo, el Papa Urbano IV encomendó a Santo Tomás de Aquino la preparación de un oficio litúrgico para la fiesta y la composición de himnos, que se entonan hasta el día de hoy como el Tantum Ergo.”
La reliquia se conserva hoy en día en la Catedral de Orvieto y se puede visitar y observar en una capilla edificada en honor a este milagro Eucarístico.
En la Basílica de Santa Cristina se guardan con celo, desde hace siete siglos, las reliquias menores del milagro de Bolsena una de las piedras sagradas sobre las cuales se perciben todavía bien visibles grumos de la preciosa Sangre del Redentor, que han alimentado la piedad de generaciones y generaciones de fieles.
Si quieres una lista de todos los Milagros Eucarísticos en el mundo, puedes acceder a esta página que Carlo Acutis diseñó durante sus pocos años de vida. Los Milagros están ordenados por países, y hay varias exposiciones internacionales sobre estos extraordinarios sucesos que nos ayudan a aumentar nuestra Fe en el Amor de Dios!
Los Milagros Eucarísticos son testigos auténticos de la presencia real de Cristo en la Eucaristía y han sido fuente de asombro y fe para los católicos a lo largo de los siglos. Estos eventos extraordinarios, aprobados con explicaciones científicas, nos invitan a profundizar en el misterio de la Eucaristía y a renovar nuestra devoción y amor por este sacramento central.
Al reflexionar sobre estos milagros, recordamos la grandeza y el amor infinito de Dios, quien se hace presente de manera tangible en nuestras vidas a través de la Eucaristía.
Renovados en el Amor por Cristo vivo, acerquémonos a Él en la Misa, donde podemos recibirlo vivo y realmente presente en la Eucaristía, y en Adoración, donde podemos arrodillarnos frente a Él y dar gracias por el increíble regalo que nos dejó: Su propio Cuerpo, vivo!