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Lista de Oraciones de la noche
1. Oracion de la noche al angel de la guarda
La oración al ángel de la guarda es una hermosa manera de recordar que nunca estamos solos, ya que Dios nos ha asignado un compañero celestial para cuidarnos y guiarnos en nuestro camino. Con palabras sencillas y llenas de fe, esta oración de la noche nos ayuda a pedir su protección y compañía cada noche:
En el Nombre del Padre, del Hijo, y del Espíritu Santo.
Ángel de la guarda, dulce compañía,
no me desampares ni de noche ni de día.
Las horas que pasan, las horas del día,
si tú estás conmigo serán de alegría.
No me dejes solo, sé en todo mi guía;
sin Ti soy chiquito y me perdería.
Ven siempre a mi lado, tu mano en la mía.
Amén.
2. Acto de contrición
En el Nombre del Padre, del Hijo, y del Espíritu Santo.
Dios mío, me arrepiento de todo
corazón de todos mis pecados y los
aborrezco, porque al pecar no solo
merezco las penas establecidas por
Ti, sino principalmente porque te
ofendí a Ti, sumo Bien y digno de
amor sobre todas las cosas.
Propongo firmemente, con la ayuda
de tu gracia, no pecar más y evitar
las ocasiones próximas de pecado.
Amén.
3. Oracion de la noche
Termina tu día agradeciendo a Dios por sus bendiciones y entregándole tus preocupaciones y cansancio. Esta oración de la noche es un diálogo íntimo con Él, que nos prepara para descansar bajo su cuidado:
En el Nombre del Padre, del Hijo, y del Espíritu Santo.
Te doy gracias, Señor, por este día
que termina. Gracias por todo lo
bueno que me has dado y por los
momentos difíciles, que me acercan
más a Ti. Perdona mis fallas, mis
olvidos y mis pecados. Esta noche,
confío en tu amor y me pongo en tus
manos. Que tu ángel me guarde y me
concedas un descanso tranquilo.
Amén.
4. Oracion de San Fracisco de Asís para ofrecer el dia
Esta hermosa oración de la noche, «Señor, haz de mí un instrumento de tu paz,» atribuida a San Francisco de Asís, nos invita a ser portadores de paz, amor y esperanza en un mundo que tanto lo necesita. Es un llamado a vivir con generosidad y humildad, buscando siempre reflejar la luz de Cristo en nuestras palabras y acciones.
Te compartimos esta oracion de la noche para que, al rezarla, puedas ofrecer tu día como un instrumento de la gracia de Dios. Es una plegaria que transforma el corazón y nos recuerda que, al dar y servir, encontramos la verdadera alegría y plenitud:
En el Nombre del Padre, del Hijo, y del Espíritu Santo.
Señor, haz de mí un instrumento de tu paz.
Donde haya odio, déjame llevar amor.
Donde haya ofensa, que yo lleve el perdón.
Donde haya discordia, déjame llevar la unión.
Donde haya error, déjame llevar la verdad.
Donde haya duda, déjame llevar la fe.
Donde haya desesperación, déjame llevar esperanza.
Donde haya oscuridad, déjame llevar tu luz.
Donde haya tristeza, déjame llevar alegría.
Oh Maestro, que no busque tanto
ser consolado como consolar,
ser comprendido como comprender,
ser amado como amar,
porque dando es como se recibe,
es en el olvido de uno mismo donde uno se encuentra,
es perdonando como se es perdonado,
es muriendo como se resucita a la vida eterna.
Amén.
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Un aspecto esencial de nuestra vida como católicos es mantener una relación constante y sincera con Dios. Esto incluye el llamado a reconciliarnos con Él a través del sacramento de la confesión, un acto de amor y humildad que nos permite experimentar su infinita misericordia. Si bien el perdón de Dios siempre está disponible, acudir al confesionario nos ayuda a sanar y a fortalecer nuestra relación con Él, dejándonos renovados y preparados para vivir en su gracia.
Además, nada se compara con la experiencia de participar en la Santa Misa, la forma de oración más perfecta y poderosa. En cada Eucaristía, nos unimos a Jesús en su sacrificio y recibimos el mayor don que Él nos dejó: su Cuerpo y su Sangre. La Misa no es solo una celebración; es el centro de nuestra fe y el momento en que nuestras oraciones alcanzan su mayor profundidad, porque se unen al mismo sacrificio de Cristo.
Por último, aceptar la voluntad de Dios en nuestras vidas es la mayor expresión de fe, que se puede hacer en la oracion de la noche. En medio de nuestras alegrías y desafíos, confiemos en que Él tiene un plan perfecto para cada uno de nosotros. Su voluntad es siempre para nuestro bien, incluso cuando no lo comprendemos del todo. Al entregarnos a su guía, hallamos la verdadera paz y propósito.